“Nunca dependas de un solo ingreso, realiza una inversión para crear una segunda fuente”.

Warren Buffet

Existen tantas opciones que es natural que los dueños de empresas, emprendedores y, en general,
cualquier persona que esté pensando en invertir se sienta desubicada y desbordada ante todas las
preguntas que surgen al hablar de inversiones. ¿Es seguro invertir en bolsa? ¿Las criptomonedas son
una burbuja que explotará? ¿Y los NFT? ¿Lo mejor será irme por lo clásico e invertir en inmuebles? ¿O la
bolsa me dará más ganancias? ¿Vale la pena el riesgo?
Como en tantas otras cosas, la clave está en el conocimiento. La primera recomendación para considerar
es determinar el tipo de inversor que se es. De acuerdo con el portal 123Dinero.com existen tres
clasificaciones básicas de inversores, y están denominadas por la relación riesgo/rendimientos
1. Inversor arriesgado: se trata de un conocedor del mundo financiero, que no teme utilizar su
capital para lograr una mayor rentabilidad. Coloca dinero en renta variable con plazos cortos o
muy cortos.
2. Inversor conservador: cuida su capital. No le importa obtener menos rentabilidad con tal de que
su dinero esté a resguardo. Hace inversiones a renta fija y a largo plazo.
3. Inversor moderado: está entre los inversores conservadores y los arriesgados, ya que, apuesta
por una mayor rentabilidad, pero sin vivir mucho riesgo. Hace inversiones a medio plazo.

En Martorell’s Office Group estamos iniciando con este artículo una serie de recomendaciones para
explicar las principales opciones de inversión que se tienen a la mano. Y el primero que tocaremos será
el tema de la Bolsa.
Cuando compramos acciones de una empresa que cotiza en Bolsa estamos comprando una pequeña
participación en la misma, ya estamos invirtiendo en la Bolsa. Si la empresa genera beneficios nos tocará
una parte de los dividendos. Si su desempeño decae y bajan las acciones tendremos que asumir la
pérdida.
Cómo hacer trading. El llamado trading se debe hacer a través de un bróker “en físico”, que es la
alternativa más clásica, o a través de apps, los llamados “brokers tecnológicos”.
Las grandes empresas de trading han desarrollado estas apps, y existen las que tienen experiencia en el
mundo físico y las que comenzaron directamente en el ámbito virtual. Las plataformas online de estas
empresas explican detalladamente cómo funcionan estas aplicaciones y cuáles son las condiciones para
abrir una cuenta una vez que hayamos descargado las mismas.
Una de las alternativas más interesantes que presentan la gran mayoría de estas apps pensadas para
hacer trading es que ofrecen la posibilidad de abrir una cuenta de demostración, y en la misma podemos

aprender un poco sobre cómo funciona el mundo de las acciones antes de comenzar a invertir nuestros
ahorros.
Dónde invertir. Tenemos que preguntarnos en qué mercado queremos invertir, y para eso habría que
analizar los índices bursátiles de cada país. La opción más común es invertir en la bolsa estadounidense,
la mayor economía mundial.
Para ver cómo evoluciona esa economía hay índices como el Standard & Poor’s 500, compuesto por las
principales 500 empresas del país, o el Nasdaq 100, que abarca las 100 mayores empresas tecnológicas.
Pero cada país tiene sus índices bursátiles, y hay que estudiar cada caso.
Un portafolio de inversión balanceado debería contar con acciones de empresas distribuidas
geográficamente por todo el mundo y en diferentes sectores.
En qué sector o empresas invertir. Desde que la economía mundial se recuperó de la burbuja de las
puntocom, hace unos veinte años, la tecnología ha sido una apuesta mundial de inversión y ha pagado
enormes dividendos, superando en algunos casos el 20 mil por ciento (caso de Amazon). El crecimiento
de las empresas tecnológicas ha sido de 375,65% en los últimos veinte años, según nos informa el índice
Nasdaq, comparado con el 137,38% del índice Standard & Poor’s en el mismo período.
Las rentabilidades pasadas no garantizan una rentabilidad a futuro, eso es un axioma del mundo de la
Bolsa, pero la economía mundial parece que seguirá apoyada en la tecnología al menos en el futuro
cercano. Por eso la inversión en empresas tecnológicas es recomendable.
También hay que fijarse en cómo cambian los hábitos mundiales a la hora de invertir, y por eso es que
una empresa como Netflix ha tenido un crecimiento inusitado en los últimos meses: los hábitos de vida
cambiaron debido a la pandemia que todavía asola al planeta, y la gente se ha confinado en su casa,
utilizando mucho más esta plataforma.
Asimismo, la opción de invertir en la compañía Tesla es una de las mejores que hoy tenemos, pues la
tendencia del uso de automóviles eléctricos está en alza.
Vehículos financieros. Una vez que tenga definido en qué empresas quiere invertir, lo siguiente será
escoger el vehículo financiero que mejor se adapte a sus necesidades. Si es un inversor que busca
resultados a mediano plazo (varios meses, años), lo mejor será inclinarse por la opción tradicional y
adquirir acciones. De esta forma podrá invertir en la Bolsa sin pagar apenas comisiones, o incluso sin
pagarlas en lo absoluto si se escoge el bróker adecuado.
Si por el contrario usted es un especulador (un término utilizado aquí sin el sentido peyorativo que
muchas veces se le atribuye) que acostumbra a abrir y cerrar operaciones en minutos, la mejor opción
serán los CFD (Contratos por Diferencia, por sus siglas en inglés). Estos ofrecen una flexibilidad mucho
mayor, pero también tienen comisiones más altas.