En artículos anteriores hablábamos de las ventajas y desventajas de invertir en la Bolsa, en fondos de inversión, en divisas y en criptomonedas. Hoy tocaremos el tema de la inversión en materias primas.

Por materias primas se entiende aquellas materias de la naturaleza con poca o ninguna intervención humana una vez extraídas: petróleo, oro, gas natural, zinc, madera, paladio… todos son bienes que podemos comprar y luego vender sin necesidad de protegerlos físicamente para aprovechar fluctuaciones en sus precios.

Este es un mercado que requiere un grado alto de especialización. Suelen ser mercados muy específicos que hay que conocer al detalle para aprovechar sus vaivenes. Pero hay excepciones.

El oro, por ejemplo, ha sido desde tiempos inmemoriales el recurso por excelencia para acumular riqueza, al punto que hasta hace poco el dinero circulante de cada país debía estar respaldado por oro guardado en un banco central.

Todavía hoy sigue siendo una buena opción, pues el dinero invertido en oro queda protegido de los vaivenes económicos, de la inflación que produce la sobreimpresión de dinero y de las tensiones geopolíticas. Y cuando llegan las crisis económicas la gente suele refugiarse en el oro, por lo que su valor suele subir.

La crisis financiera provocada por COVID-19 ha hecho que el dólar y el euro pierdan valor, pues tanto la Reserva Federal de EEUU y el Banco Central Europeo han adoptado políticas de mayor impresión de dinero, lo que atenta contra el valor de estas monedas. Y una buena manera de “blindar” tu dinero es comprando oro.

Este mineral tiene además otra gran ventaja sobre otro tipo de inversiones como los inmuebles: su liquidez es muy alta y es muy fácil comerciar con él sin tener que dedicar meses a una venta.

Además, existe la opción de invertir en oro de forma completamente segura y sin moverte de casa, y para eso existen los fondos cotizados o ETF, productos financieros a medio camino entre las acciones y los fondos de inversión. Se cotizan a tiempo real y tienen una enorme liquidez. El EFT por excelencia es el SPDR Gold, lanzado en 2004 en la Bolsa de Nueva York y cuyo valor replica el precio del oro (de hecho, está respaldado por lingotes de oro reales, y posee la mayor riqueza privada de este mineral en el mundo.

El petróleo es otra opción que puede ser lucrativa en estos momentos. Durante la pandemia el precio del petróleo se desplomó por la escasa actividad mundial, cuando todo el mundo estaba confinado. Pero ahora, con la reactivación de las economías, ha comenzado a subir su precio y el barril Brent ya superó los 70 dólares, pero se estima que para fines de año ronde los 90 dólares.

Hay muchas maneras de invertir en petróleo. Una de las más seguras: el bróker eToro.com, una plataforma de inversión que utilizan más de diez millones de usuarios tiene su sede en Londres y tiene el aval de los entes reguladores del Reino Unido.

¿Han invertido en alguna de estas materias primas? Déjennos saber en los comentarios y estén atentos a próximos artículos sobre negocios e inversiones en nuestro blog de “Martorell’s Office Group”.