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Decálogo para empresas que buscan la escalabilidad

Decálogo para empresas que buscan la escalabilidad

negocio 2

Tener un negocio es pensar en crecimiento. De eso trata la escalabilidad. De buscar la expansión comercial y la consecución de los objetivos trazados a través de estrategias apropiadas.

Para que una empresa pueda sostener su rentabilidad en el tiempo existen algunos secretos, que pueden irse estructurando de acuerdo con la experiencia de gerentes, líderes, profesores y asesores de todo el mundo que evalúan las coincidencias entre cada caso.

Precisamente, en este artículo les presentamos un compendio de las investigaciones realizadas por el asesor de emprendedores y consultor financiero Antoine Kerfant, así como por la IEBS (Innovation & Entrepreneurship Business School) de España.

Según Antoine Kerfant existen diversos elementos aliados para empresas que buscan mantenerse en el tiempo, alcanzar sus objetivos y sobresalir. De entre sus propuestas, les resumimos las cinco más importantes:

  1. Crear valor. A la hora de responder a la pregunta de qué quiero hacer, debo intentar que la respuesta tome en cuenta la creación de valor para el cliente. La empresa debe aportar algo, añadir algo a lo que ya existe. Esto es el germen de todo, la raíz más profunda del éxito: antes que nada, hay que definir muy bien qué queremos hacer e intentar que esa idea aporte cosas nuevas.
  2. Apostar por un sector en auge. No siempre es fácil saber si ciertas tendencias de consumo se mantendrán en el tiempo, pero se pueden buscar indicios: el empuje demográfico, por ejemplo, hará que cada vez se requieran más servicios relacionados con la salud. Todo lo relacionado con la tecnología también es una buena opción, y dentro de ésta existen nuevas alternativas como la nanotecnología o la inteligencia artificial.
  3. Dedicar tiempo a la formación. Vivimos en la era de la información, es posible conseguir información sobre cualquier cosa, tenemos al alcance de la mano formarnos en cualquier área que queramos abarcar. Cursos online y webinars son una buena opción para reforzar los conocimientos.
  4. Tomar decisiones con rapidez. Se deben pensar las cosas, pero también es importante dar respuestas rápidas a los problemas que surjan. Y cuando haya equivocaciones lo mismo: corregir, pero corregir inmediatamente. Cuando se les dan demasiadas vueltas a las cosas existe el peligro de bloquearse.
  5. Desarrollar un músculo financiero. Lo ideal es tener un capital que nos permita aguantar durante meses. Hay que buscar fuentes de financiamiento y hacer un estudio de los productos bancarios que están a nuestra disposición para que nunca tengamos que cerrar un negocio que prometía por falta de liquidez.

Por su parte, la IEBS en su blog explica cómo puede un negocio volverse escalable. Entre los puntos que desarrolla, les compartimos los cinco más resaltantes:

  1. Establecer bases sólidas. Muchas empresas que comienzan e, incluso, las que ya están establecidas no toman en cuenta a la automatización como aliado, cuando es la tecnología la que permitirá construir un sistema base que permita luego crecer. Por ejemplo, CRM (para la gestión de la atención al cliente), los softwares de correos electrónicos, bases de datos de proveedores, aliados y potenciales clientes, así como cualquier herramienta que permita ir creciendo de manera progresiva sin generar cambios de procesos serán ideales para crecer.
  2. Planificar. Adoptar una cultura de planificación sumada al pensamiento estratégico es esencial para que una empresa sea escalable. Esto se debe a que, solo así, se pueden atender detalles, pensar de forma global, conocer al negocio por dentro y al mercado (competencia + fluctuaciones económicas), para aprovechar las nuevas oportunidades o crear nuevos espacios.
  3. Tener un plan de negocio atractivo. Para crecer hay que conseguir financiamiento y los inversores toman en cuenta la calidad, honestidad y viabilidad del desarrollo de las ideas, así como la seriedad de investigar sobre el área de mercado o industria en donde la empresa está habitando. Lo más recomendable para conseguir inversiones es desarrollar un plan de negocios que incluya crecimiento a futuro y que sea atractivo. La IEBS recomienda “tener altos márgenes (más del 50%), poco soporte y personal mínimo”.
  4. Aprovechar recursos externos. Pese a que se crea lo contrario, las empresas que se enfocan en dar lo mejor de sí en su especialidad son las que más pueden escalar. Esto requiere de la tercerización de procesos no asociados con la gestión de la empresa, como, por ejemplo, el marketing, la distribución de productos, la seguridad (incluida la ciberseguridad y la bioseguridad), la administración y contabilidad, la gestión de talento humano, entre otras.
  5. Mejorar siempre. Dicho lo anterior, tampoco es recomendable aislarse ni olvidar mantener la actualización del negocio. Tener una mentalidad abierta para la mejora, permitirá descubrir nuevas oportunidades comerciales para aumentar la presencia de la marca y la evolución de la empresa.

Aunque todos estos ítems no son recetas únicas para el éxito, representan una base y guía para comenzar a pensar estratégicamente en el futuro de cualquier negocio o emprendimiento.

Recordemos que la historia de cualquier emprendimiento o empresa está plagada de derrotas cotidianas, pero es importante perseverar, no abandonar, estar consciente de que el éxito no es algo que llegue de manera inmediata. Claro que perseverar no quiere decir empecinarse en un error, pues también hay que saber cortar a tiempo las pérdidas.

Tener un negocio es pensar en crecimiento. De eso trata la escalabilidad. De buscar la expansión comercial y la consecución de los objetivos trazados a través de estrategias apropiadas.

Para que una empresa pueda sostener su rentabilidad en el tiempo existen algunos secretos, que pueden irse estructurando de acuerdo con la experiencia de gerentes, líderes, profesores y asesores de todo el mundo que evalúan las coincidencias entre cada caso. 

Precisamente, en este artículo les presentamos un compendio de las investigaciones realizadas por el asesor de emprendedores y consultor financiero Antoine Kerfant, así como por la IEBS (Innovation & Entrepreneurship Business School) de España.

Según Antoine Kerfant existen diversos elementos aliados para empresas que buscan mantenerse en el tiempo, alcanzar sus objetivos y sobresalir. De entre sus propuestas, les resumimos las cinco más importantes:

  1. Crear valor. A la hora de responder a la pregunta de qué quiero hacer, debo intentar que la respuesta tome en cuenta la creación de valor para el cliente. La empresa debe aportar algo, añadir algo a lo que ya existe. Esto es el germen de todo, la raíz más profunda del éxito: antes que nada, hay que definir muy bien qué queremos hacer e intentar que esa idea aporte cosas nuevas.
  2. Apostar por un sector en auge. No siempre es fácil saber si ciertas tendencias de consumo se mantendrán en el tiempo, pero se pueden buscar indicios: el empuje demográfico, por ejemplo, hará que cada vez se requieran más servicios relacionados con la salud. Todo lo relacionado con la tecnología también es una buena opción, y dentro de ésta existen nuevas alternativas como la nanotecnología o la inteligencia artificial.
  3. Dedicar tiempo a la formación. Vivimos en la era de la información, es posible conseguir información sobre cualquier cosa, tenemos al alcance de la mano formarnos en cualquier área que queramos abarcar. Cursos online y webinars son una buena opción para reforzar los conocimientos. 
  4. Tomar decisiones con rapidez. Se deben pensar las cosas, pero también es importante dar respuestas rápidas a los problemas que surjan. Y cuando haya equivocaciones lo mismo: corregir, pero corregir inmediatamente. Cuando se les dan demasiadas vueltas a las cosas existe el peligro de bloquearse. 
  5. Desarrollar un músculo financiero. Lo ideal es tener un capital que nos permita aguantar durante meses. Hay que buscar fuentes de financiamiento y hacer un estudio de los productos bancarios que están a nuestra disposición para que nunca tengamos que cerrar un negocio que prometía por falta de liquidez. 

Por su parte, la IEBS en su blog explica cómo puede un negocio volverse escalable. Entre los puntos que desarrolla, les compartimos los cinco más resaltantes:

  1. Establecer bases sólidas. Muchas empresas que comienzan e, incluso, las que ya están establecidas no toman en cuenta a la automatización como aliado, cuando es la tecnología la que permitirá construir un sistema base que permita luego crecer. Por ejemplo, CRM (para la gestión de la atención al cliente), los softwares de correos electrónicos, bases de datos de proveedores, aliados y potenciales clientes, así como cualquier herramienta que permita ir creciendo de manera progresiva sin generar cambios de procesos serán ideales para crecer.
  2. Planificar. Adoptar una cultura de planificación sumada al pensamiento estratégico es esencial para que una empresa sea escalable. Esto se debe a que, solo así, se pueden atender detalles, pensar de forma global, conocer al negocio por dentro y al mercado (competencia + fluctuaciones económicas), para aprovechar las nuevas oportunidades o crear nuevos espacios. 
  3. Tener un plan de negocio atractivo. Para crecer hay que conseguir financiamiento y los inversores toman en cuenta la calidad, honestidad y viabilidad del desarrollo de las ideas, así como la seriedad de investigar sobre el área de mercado o industria en donde la empresa está habitando. Lo más recomendable para conseguir inversiones es desarrollar un plan de negocios que incluya crecimiento a futuro y que sea atractivo. La IEBS recomienda “tener altos márgenes (más del 50%), poco soporte y personal mínimo”.
  4. Aprovechar recursos externos. Pese a que se crea lo contrario, las empresas que se enfocan en dar lo mejor de sí en su especialidad son las que más pueden escalar. Esto requiere de la tercerización de procesos no asociados con la gestión de la empresa, como, por ejemplo, el marketing, la distribución de productos, la seguridad (incluida la ciberseguridad y la bioseguridad), la administración y contabilidad, la gestión de talento humano, entre otras.
  5. Mejorar siempre. Dicho lo anterior, tampoco es recomendable aislarse ni olvidar mantener la actualización del negocio. Tener una mentalidad abierta para la mejora, permitirá descubrir nuevas oportunidades comerciales para aumentar la presencia de la marca y la evolución de la empresa. 

 

Aunque todos estos ítems no son recetas únicas para el éxito, representan una base y guía para comenzar a pensar estratégicamente en el futuro de cualquier negocio o emprendimiento.

Recordemos que la historia de cualquier emprendimiento o empresa está plagada de derrotas cotidianas, pero es importante perseverar, no abandonar, estar consciente de que el éxito no es algo que llegue de manera inmediata. Claro que perseverar no quiere decir empecinarse en un error, pues también hay que saber cortar a tiempo las pérdidas.

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