El éxito no llega por casualidad, y si bien existen muchos caminos para alcanzarlo, al analizar las historias de empresarios exitosos encontraremos que hay muchas coincidencias en sus historias. He aquí algunos hábitos que suelen compartir, sin importar la época o el lugar:

Conocen sus fortalezas y debilidades. Un empresario exitoso pone su foco en aquello que hace mejor y en esas fortalezas apoya el crecimiento de su negocio.

Buscan diferentes puntos de vista. Como buen hombre o mujer de negocios, sabe que no se puede apoyar solo en sus puntos de vista y sus experiencias a la hora de tomar decisiones, y así saben buscar consejo y guía en otros colegas y también entre sus propios empleados.

Son persistentes. Habrá días buenos y otros que no lo son tanto, pero los empresarios exitosos se concentran en un objetivo y hacia allá avanzan, sin importar los altos y bajos que pueda traer el día.

Diseñan y siguen un cronograma. Es importante diseñar un cronograma, una guía de acción, tanto para tareas diarias como semanales y mensuales. Y seguirlo.

Aceptan su fiabilidad. Es importante conocer las limitaciones propias, aceptar el hecho de que no siempre se tiene la razón y de que ciertamente no se poseen todas las respuestas. Y eso hacen los hombre y mujeres exitosos.

Prestan atención a los detalles. Algo que distingue a aquellos empresarios que han tenido éxito en sus negocios es que son personas detallistas, están atentos al más mínimo detalle en lo relacionado con su empresa.

Comparten recursos y conocimientos. Un buen jefe no pretende hacerse imprescindible, al contrario: delegará todo lo que pueda y enseñará a sus empleados todo lo que conoce sobre su negocio.

Cuidan su salud física y emocional. Para ser exitoso también hay que tener una rutina de ejercicio diaria, y hacer esfuerzos enfocados en comer y dormir bien.

Hacen mediciones constantemente. Otro hábito de los empresarios de éxito es que suelen hacer mediciones, encuestas y estudios de manera cotidiana. ¿Cómo marchan los números en esta área y cómo podemos mejorarlos? es una pregunta que se hace de manera constante.

Piden ayuda. Es común que tenga unos empleados a los que pueda recurrir en caso de necesitar ayuda. Y no tiene ningún recelo en pedirla cuando es necesario.

Son íntegros. La integridad es fundamental sobre todo a la hora de tomar decisiones que no sean populares. Si el jefe es conocido por su integridad, estas decisiones serán mucho mejor aceptadas, pues los empleados entenderán que es lo que debía hacerse.

Tienen visión. Los empresarios exitosos tienen una habilidad para darse cuenta cuando surge alguna oportunidad. Esto tiene que ver con la intuición, pero también puede trabajarse.

El éxito, finalmente, es sinónimo de liderazgo y determinación, de creatividad y claridad, de organización y crecimiento. Por ello, y como lo expresó John Quincy Adams, diplomático y sexto presidente de EE. UU.: “si tus acciones inspiran a otros a soñar más, aprender más, hacer más y convertirse en algo más, entonces eres un líder”.