Aumentar la productividad permite lograr mejores resultados en menos tiempo y con menos esfuerzo. Pero ¿es posible optimizar el trabajo en estos tiempos de distracciones digitales y crisis globales? La respuesta es: Sí.

Por fortuna, existen actividades concretas y técnicas efectivas que permiten potenciar el uso de la energía que tenemos al trabajar, al mismo tiempo en que se aumenta la concentración y la capacidad resolutiva en momentos de estrés.

En principio, las tareas que pueden añadirse a la rutina diaria consisten en: saber priorizar y diferenciar entre responsabilidades principales y secundarias; crear listas para dividir óptimamente los días y las semanas; y aprovechar para comenzar siempre por las tareas que requieran menos tiempo.

Pero, además, existen 7 nueve técnicas, recopiladas por el grupo español Iberdrola que sirven para apoyar a emprendedores y dueños de empresas a mejorar la productividad dentro de sus negocios. Estas siete técnicas son:

1. Técnica Pomodoro: Este sistema para para mejorar la administración del tiempo fue creado por Francesco Cirillo a fines de la década de 1980.​ Consiste en utilizar un temporizador para dividir el tiempo en intervalos fijos, llamados pomodoros, de 25 minutos de actividad, seguidos de 5 minutos de descanso, con pausas más largas cada cuatro pomodoros.
2. Matriz de prioridades: se trata de un aliado poderoso para evitar gastar tiempo valioso en tareas no importantes. Se sabe que el presidente estadounidense Dwight D. Eisenhower la utilizó durante su mandato. Consiste en crear cuatro cuadrantes, según la importancia y la urgencia, para clasificar las tareas. De esta forma, se define cuáles son prioritarias y cuáles se pueden delegar o descartar del todo.
3. Método Ivy Lee: Este método se dio a conocer en 1918 cuando el consultor Ivy Lee asesoró a la empresa estadounidense de acero Bethlehem Steel Corporation. Consiste en seleccionar las seis cosas más importantes que se necesitan lograr al día siguiente, escribirlas, y al comenzar el día siguiente irlas realizando por orden, una a una, sin pensar en la siguiente. Es muy eficiente porque reduce la fatiga de la decisión.
4. Método Seinfeld: Desarrollado por el comediante Jerry Seinfeld, este método es una forma sencilla para crear hábitos. Consiste en colocar un calendario de papel en un lugar muy visible para tachar los días en los que se logran completar las tareas previstas. Es importante destacar que solo debe ponerse una X en los días en que se logran cumplir los objetivos trazados. De lo contrario, se recomienda dejar la casilla en blanco o de otro color para ver el progreso de cuántos días son productivos en realidad.
5. Técnica Jay Shirley: Jay Shirley es un desarrollador web que creó la aplicación The Daily Practice para crear hábitos. Su técnica propone crear una lista de pendientes que tenga tres columnas: una para tareas de alta prioridad con impacto en la vida (“Yo necesito…”); otra para tareas que contribuirán a las metas de largo plazo (“Yo debería…”); y la última para algo que se quiera hacer para disfrutar (“Yo quiero…”).
6. Técnica Marc Andreessen: Es la lista anti-ToDo creada por Marc Andreessen, cofundador de Netscape. Consiste en buscar la motivación listando al final de día todas aquellas tareas que se han podido hacer. Es decir, se enfoca en lo positivo y no en lo pendiente o estresante que falta por hacer.
7. Método Sam Carpenter: Creada por el escritor Sam Carpenter, autor del libro Work the System, busca ayudar a las personas a determinar su “Horario Ideal Biológico” (Biological Prime Time). Esto quiere decir, que tras una autoevaluación sincera las personas descubran cuáles son sus horas de mayor rendimiento para aprovecharlas al máximo.

Finalmente, es pertinente recordar una de las frases de Robert Pozen, profesor del Instituto de Tecnología de Massachusetts, MIT, autor del libro "Productividad extrema: mejora tus resultados, reduce tus horas" y considerado el gurú de la productividad: “La mayoría de las personas se sienten abrumadas por las decisiones insignificantes de sus vidas. Por eso les invito a minimizar el tiempo que dedican a esas decisiones cuando no son fundamentales para sus objetivos más importantes”.