La marca de moda sostenible Ecoalf sigue innovando en sus acciones para generar un impacto positivo en el medio ambiente. Y ahora lo ha hecho con sus nuevas zapatillas Alcudia, que están elaboradas con Piñatex, un material procedente de las hojas de la planta de la piña.

La creación del material se da reutilizando los residuos agrícolas en tejidos naturales. Este material no solo permite seguir apostando por una industria más sostenible, sino que además ayuda a que se generen nuevos puestos de trabajo en zonas rurales, mientras que proporciona una segunda fuente de ingresos para los agricultores de esta fruta.

Una de las características positivas para resaltar sobre el uso de este material es que para hacer uso de él no hace falta emplear ningún tipo de fertilizantes ni pesticidas, así como tampoco hace falta más tierra o agua. Esto ayuda a que se limiten los residuos de producción y se evita el uso de productos animales o productos químicos. Tal como ha señalado Ecoalf, «por cada metro lineal de piñatex, se evita que 12kg de emisiones de CO2q lleguen a la atmósfera».

Cada zapatilla de Piñatex es única y diferente

Cada una de las zapatillas de Ecoalf elaboradas con Piñatex se fabrica a mano en el sur de España, algo que hace que cada par de zapatillas sea única y diferente a los demás. A parte de su tela de Piñatex, este modelo de la marca sostenible se completa con un forro de poliéster 100% reciclado, una suela de caucho 75% reciclado y cordones de algodón 100% reciclado.

Para el lanzamiento de estas nuevas zapatillas, Ecoalf quiso mostrar a todo los consumidores un poco del proceso que lleva el poder obtener esta tela. El proceso comienza posterior a la cosecha de la fruta, donde las hojas se recogen en manojos mientras que las fibras largas se recogen con máquinas semiautomáticas. Una vez recogido el material, las fibras se lavan y se ponen a secar al sol de forma natural, una vez estén completamente secas, se someten en un proceso de purificación para atacar a las impurezas, dando como resultado, un material similar en textura a la pelusa.

Una vez llegado a ese punto de fibra esponjosa, ese material se mezcla con un material a base de maíz que genera una malla no tejida que posteriormente es teñida con pigmentos para limitar su consumo de agua.

Fuente de la noticia: marketingdirecto