«Ser emprendedor no es ser un soñador. El soñador está en las nubes. El emprendedor fabrica un avión para llegar a ellas». Joan Boluda

Hay muchas formas de comenzar un negocio: arrancar desde cero, adquirir una empresa que ya esté en funcionamiento, heredar la compañía familiar o comprar una franquicia en donde ya todos los engranajes están listos y dispuestos a empezar.

Pero lo importante es siempre mantener la concentración para no desviarse de la meta de avanzar en la consolidación de la aventura comercial que se inicia. 

Tomando como punto de partida la capacidad creativa que tienen los emprendedores, cabe destacar algunas características necesarias para llevar hacia adelante un emprendimiento: la tenacidad, necesaria para no decaer en momentos difíciles; la responsabilidad, para cumplir con las metas trazadas; el pensamiento estratégico, para garantizar el desarrollo de ideas y soluciones eficaces; y la valentía, para darle la cara a cualquier situación con arrojo y fortaleza. 

Asimismo, listamos a continuación una serie de consejos detallados que sirven para cualquier tipo de emprendedor que quiera hallar las bases para crecer:

Escribir. Aterrizar todas las ideas que se tengan. Para ello puede tomarse papel y lápiz o ponerse frente al monitor y escribir todos los apuntes e iniciativas que surjan. Y es que escribir ayuda a ajustar las ideas, a perfeccionarlas y a determinar los errores o debilidades que no se ven tan fácilmente. 

Analizar el mercado. Es necesario investigar, determinar si en el mercado existe una necesidad que los productos o servicios del nuevo negocio van a cubrir. En ese sentido, es también oportuno identificar quiénes serán los competidores, ver cómo lo están haciendo y así encontrar la manera de destacarse por encima de ellos, de mejorarlos o al menos de diferenciarse. Por último, hay que conocer a los potenciales clientes y realizar un perfil del que será el cliente ideal.

Idear un nombre. Conseguir un nombre para el nuevo negocio es uno de los pasos más importantes, pero también más difíciles que deben tomarse. Por ello, es recomendable hacer una lista de nombres, realizar sesiones de brainstorming con los socios o con un grupo de gente cercana para que surjan ideas. Se recomienda evitar nombres complicados, difíciles de deletrear o escribir. Por el contrario, lo ideal es buscar nombres que sean fáciles de recordar y que funcionen bien en otros idiomas (siempre hay que pensar en grande, porque no sabe hasta dónde se puede llegar). Luego de hacer as sucesivas cribas y tener una lista reducida de nombres posibles, se deberá verificar la disponibilidad del dominio web y registrarlo a través de una empresa de registros de dominios. Por último, será necesario determinar la estructura legal de la empresa, lo cual es diferente según cada país.

Desarrollar un plan de negocios. Un plan de negocios hecho de manera correcta servirá para determinar si un emprendimiento tiene la capacidad de generar ganancias. El plan de negocios debe incluir un resumen ejecutivo, descripción de los productos y servicios, análisis de mercado, plan de marketing, de operaciones y financiero, los integrantes del equipo de trabajo y en general toda la información que sea importante respecto a su empresa.

Crear una estructura de soporte. Los comienzos de una empresa suelen ser difíciles, por lo que es conveniente contar con personas que puedan apoyarla de alguna manera. Se aconseja crear una lista de familiares y amigos que le puedan prestar algún tipo de ayuda cuando sea necesario. También será necesario identificar los centros, organizaciones e instituciones que apoyen a las pequeñas empresas en la ciudad donde vaya a iniciarse el negocio, pues los mismos ofrecen asesoría y orientación.

Conseguir los fondos. Se trata de un punto que variará mucho según el lugar donde se cree la empresa y según el tipo de compañía. Los bancos suelen otorgar préstamos, pero solo si se les presenta un plan de negocios bien estructurado y fiable, o si se le entregan garantías que aseguren que podrán cobrar el préstamo eventualmente. Muchos emprendimientos al comenzar prefieren echar mano de los fondos que pueden conseguir a través de las tarjetas de crédito de los socios, una alternativa viable pero que entraña sus riesgos por los altos intereses con que se suele pechar a estos métodos de pago.

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