La pandemia hizo que se disparara el trabajo a distancia, y hoy es más útil que nunca dominar las herramientas que nos permiten organizar una reunión virtual.

Una de las principales razones por las que no alcanzan el éxito tantos emprendimientos es porque no le dan la debido importancia al análisis de negocios.

El mismo es el que permitirá conocer de manera precisa cuáles son los problemas específicos de una empresa, y solo cuando se ubican los problemas es que se puede pensar en soluciones.

Con el acelerado crecimiento tecnológico, hoy las empresas necesitan más que nunca encontrar constantemente nuevas formas de mejorar los procesos empresariales, de actualizarse para no quedar rezagadas, y eso es algo que también da el análisis de negocios.

En esencia, el mismo permitirá identificar aquellas áreas en las que es necesario un cambio y proporcionará soluciones a cualquier necesidad empresarial. Su objetivo final será permitir que una empresa minimice los costos y maximice los beneficios, y esto lo logrará identificando nuevas oportunidades de crecimiento e implementando estrategias que ayuden a lograr los objetivos establecidos.

Cualquier empresa del mundo de hoy que quiera destacarse entre tantas otras debería contemplar la necesidad de crear ese puesto de trabajo: Analista empresarial. Esto le permitirá dejar atrás los tiempos en que bastaba realizar actividades comerciales por reflejo, sin una estrategia detrás.

Ya hemos hablado de los beneficios que traería a la empresa el agregar a su nómina esta figura. Algunas de estas ventajas son: valor añadido, estrategias para aportar soluciones a problemas puntuales y reducción del riesgo empresarial. Sin embargo, falta preguntarnos, ¿cuáles serían exactamente las tareas de un analista de negocios? A continuación, se las resumimos:

Orientar el análisis. Debe comprender las necesidades del negocio, los sistemas existentes, el funcionamiento de cada departamento, el flujo de caja, las expectativas de crecimiento… todo. Eso es fundamental: primero que nada, deberá empaparse en todo lo que concierne a la empresa para así orientar su análisis. Identificación y gestión de los requisitos. Una vez realizada su evaluación, deberá identificar los requisitos y su gestión: qué se necesita y cómo tramitar aquellos proyectos que están en marcha. En resumen: precisar los objetivos y la forma de alcanzarlos.

Documentar estos requisitos. Esto es algo que debe dejar claro, porque es una especie de columna vertebral de su trabajo. Debe detallar sus métodos y sus herramientas, así como las soluciones que plantea.

Comunicación de su estudio. Antes de ponerse a implementar cualquier estrategia, deberá comunicar las mismas en detalle a las partes interesadas, pues las mismas deben ser aprobadas por el dueño o los accionistas de la empresa.

Evaluación y puesta en práctica de soluciones. Finalmente, las soluciones que identificó en su estudio, que, por supuesto deben alinearse con las expectativas de la empresa, deberán ser evaluadas en conjunto (el analista de negocios deberá sostener constantes reuniones con los gerentes de cada proyecto) para verificar que las mismas está en línea con los objetivos de la empresa.

¿Conocían estas funcionalidades de los analistas de negocios? ¿Están dispuestos a aplicar estas prácticas en sus empresas o emprendimientos? Cuéntennos en los comentarios. Y recuerden que, en Martorell Office Group, nos especializamos en asesoría corporativa para dueños de compañías del mundo entero que buscan invertir y registrar sus empresas o sucursales en los Estados Unidos.